A los pies de los Pirineos y bañado por las aguas del Atlántico nos adentramos en el pequeño pueblo de Saint Jean de Luz, en el País Vasco francés. Como los propios habitantes reconocen el pueblo ocupa un lugar estratégico para todo turista que desee recorrer el litoral francés. A un paso de la frontera con España, el turista que habita una de las tranquilas villas de Saint Jean de Luz está a muy pocos kilómetros de la ciudad vasca de San Sebastián y a unas dos horas de Bilbao.
La clásica arquitectura de este pueblo nos transporta a siglos pasados, un patrimonio perfectamente conservado y que antaño le valió el calificativo de la “Petit Parisâ€. Saint Jean de Luz se convirtió en un centro de veraneo de nobles y artistas, de tal forma que el turista puede visitar las mansiones de veraneo de Luis XIV, la llamada Mansión del Infante y las villas balneario donde residieron artistas de toda Francia.
Pero Saint Jean de Luz también es un pueblo pesquero, antaño refugio de corsarios y pueblo que ha sufridos las embestidas del océano. De hecho, Napoleón III ordenó la construcción de tres diques para evitar las sucesivas catástrofes ocurridas en el puerto pesquero. Hoy día podemos contemplar las pintorescas y coloridas embarcaciones pesqueras además de algunas de las antiguas construcciones de los corsarios.
Texto: Mar Palomares Marín
Foto: Flickr (Patxi64)
Originally posted 2009-02-26 09:42:24.