Santo Tomé y Príncipe es la oportunidad de descubrir unas islas que aún no han sido explotadas por el turismo, un lugar para disfrutar de la fauna y la flora endémica, de las islas, hacer rutas de senderismo, desconectar del mundo y quedar puramente cautivado por el paisaje y sus habitantes.
¿Dónde está Santo Tomé y Príncipe?
Si has leído el nombre de República Democrática de Santo Tomé y Príncipe y te has quedado pensando que no tienes ni idea de dónde se encuentra, no te preocupes, no eres el único. Es uno de los países menos visitados del mundo y es que todavía es un paraíso a descubrir.
Santo Tomé y Príncipe es un país africano que está formado por dos islas principales y otros pequeños islotes a su alrededor. Se encuentra en el Golfo de Guinea, en las proximidades del meridiano cero, lo que implicaría que está ubicado en el centro del planeta.
¿Qué ver y qué hacer en Santo Tomé y Príncipe?
Si estás pensando disfrutar de unas vacaciones en Santo Tome y Príncipe es que estás buscando un lugar donde poder disfrutar de la naturaleza en toda su extensión, una mezcla de mar y vegetación que sorprende.
Las playas paradisíacas de estas islas son la oportunidad de desconectar de verdad del mundo. Son lugares tan vírgenes que podéis disfrutar no sólo del sol y del agua, si no de la fauna endémica como son las tortugas marinas o hacer snorkel y quedaros completamente sorprendidos de lo que contienen sus aguas.
Puedes recorrer la isla en coche a través de una carretera asfaltada, aunque llena de baches, que te permitirá conducir entre una vegetación exuberante y un paisaje de fondo que os dejará alucinados.
Si habéis buscado fotografías de estas islas, seguro que habéis visto el pico Cão Grande, que se encuentra en sur de la isla de Santo Tomé en el Parque Nacional Obo. Se trata de un cono volcánico que alcanza los 300 metros de altura, 663 metros sobre el nivel del mar, y que está considerado como el cono más vertical del planeta.
La isla Príncipe no se queda atrás en cuanto a vegetación, tanto es así que la UNESCO la declaró Reserva de la Biosfera en 2012.
Uno de los lugares con más movimiento de la isla se encuentra en el mercado municipal, donde os vais a encontrar con un gran ambiente, con productos autóctonos de la zona y todo tipo de objetos a la venta.
A través de la arquitectura uno puede ir imaginando la historia de este país. Aún se pueden ver algunas casas de construcción colonial, pues fueron cinco siglos de colonización portuguesa, se pueden encontrar las cabañas de madera que recuerdan los primeros inicios en esta isla en manos de los esclavos procedentes del continente, además de bloques de viviendas uniformes que serían de la época del socialismos y algunos edificios modernos.
Hubo un tiempo en el que isla de Príncipe fue el mayor productor de cacao del mundo y hoy día se pueden visitar la plantación de cacao y de café.
Si queréis continuar conociendo la historia de Santo Tomé y Príncipe, pudiendo hacer una comparativa del antes y el después, no dudéis en visitar el Museo Nacional que se encuentra en el cabo Fuerte de San Sebastián. A través de las diferentes fotografías y los documentos podréis ver la vida colonial en las islas, lo que supuso la importación el cultivo del café y el cacao (importado de Brasil), lo que os llevará a cuestionaros qué diferencias había entre la esclavitud y el trato que se le ofrecía los trabajadores africanos de aquel momento (serviciais) y, también, conocer la masacre de Batepá.