Los visitantes que acuden a disfrutar las increíbles vistas en el Gran Cañón tienen ahora una opción espectacular: Una pasarela de observación con piso de vidrio que les permite mirar 1.200 metros al abismo a sus pies.
Los indios hualapai, cuya reservación se ubica unos 144 kilómetros al poniente del Parque Nacional del Gran Cañón, permitieron que el constructor David Jin, de Las Vegas, creara el Skywalk, con un costo de 30 millones de dólares. El grupo indígena esperaba que la pasarela representara una atracción única en ese costado del Gran Cañón.
El Skywalk ha sido elogiado ya como y una maravilla de ingeniería. La herradura de cristal y acero se extiende sin soportes visibles encima o debajo.
Por 25 dólares, los visitantes podrán mirar directamente al suelo del cañón, desde una altura mucho mayor que los edificios más altos del mundo.
Los líderes tribales esperan que el público acuda en grandes cantidades al lugar, desafiando el escarpado terreno, para caminar por el mirador transparente. El Skywalk, esperan, se convertirá en la pieza central de una industria turística que incluye giras en helicóptero, balsas en los rápidos del río Colorado, un pueblo de vaqueros y un museo de réplicas de casas indias.
El mirador abrió al público el 28 de marzo.
El Skywalk ha causado un debate dentro y fuera de la reservación. A muchos hualapai les preocupa perturbar tumbas ancestrales cercanas, y ambientalistas han acusado a la tribu de transformar el cañón en una atracción turística.
Líderes hualapai dicen que ellos consideraron todas esas preocupaciones durante años antes de aceptar la construcción del mirador. Dado que una tercera parte de los 2.200 miembros de la tribu vive en la pobreza, el gobierno tribal decidió que necesitaba el dinero del turismo.
«Con tanto desempleo y tanta pobreza, tenemos que hacer algo», dijo Sheri Yellowhawk, una ex concejal de la tribu que supervisó el proyecto. «Es una buena idea».
El empresario de Las Vegas David Jin puso el dinero para construir el Skywalk. Yellowhawk dijo que Jin dará el mirador a los hualapai a cambio de una parte de los ingresos.
De acuerdo con arquitecto Mark Johnson, el Skywalk, cuya construcción duró dos años, soporta el peso de varios centenares de personas a la vez y vientos de hasta 160 kilómetros por hora.
Vía: La flecha
Originally posted 2007-07-05 10:03:00.