El verano irlandés no empieza en junio, tal como por ejemplo sucede en España. Según el calendario gaélico o irlandés. En realidad el verano comienza a principios de mayo y termina a principios agosto. En otro artículo de Blogturístico hablamos de los adaptadores de corriente para Irlanda, Malta y Reino Unido. Hoy te contamos curiosidades sobre el verano irlandés.
El verano irlandés no empieza en junio
En realidad meteorológicamente el verano en Irlanda comienza como en otros lugares del hemisferio norte, el 21 de junio hasta el 20 de septiembre. Sin embargo lo curioso es que según el calendario gaélico el tiempo se mide de otra forma así que las estaciones cambian.
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El verano se llama “Samhradh” y abarca los meses de mayo, junio y julio.
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El otoño se llama “Fómhar” que significa cosecha, abarca los meses de agosto, septiembre y octubre.
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El invierno se llama “Geimhreadh” y abarca los meses de noviembre, diciembre y enero.
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La primavera se llama “Earrach” y abarca los meses de febrero, marzo y abril.
En el calendario irlandés los equinoccios y los solsticios no marcan el paso de una estación a otra. Es un día central el que marca el cambio. Esta es la razón de que el verano, — por ejemplo—, comience en Irlanda entre el 4 y el 10 de mayo y termina entre el 4-10 de agosto.
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El verano en Irlanda tiene poco que ver con lo que entendemos como ‘verano’ en España. Las temperaturas medias en Irlanda en este época están entre 17 y 20 grados, frente a los más de 26 grados ya de noche en muchos lugares de España, por la mañana rebasando los 32 grados. Si vas a Irlanda en verano no te olvides de alguna prenda de abrigo ligera, como las que usamos en primavera.
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En los meses de verano se reciben más horas de luz, algo que se agradece porque en Irlanda así como en Reino Unido o Escocia la luz siempre es grisácea y mortecina. Algo a lo que a los mediterráneos nos cuesta acostumbrarnos.
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Durante el verano en Irlanda son muy populares los festivales tanto musicales como gastronómicos. En agosto se celebra en Dublin la fiestas de la cerveza, también e Dalkey Langosta Fest. Otros festivales muy populares en el verano irlandés son el Sugarbeat, el Waterford Jazz o el Harvest Time Blues Festival. Un festival muy tradicional que se celebra en verano en Irlanda es el Tubbercurry Old Fair Day Festival.
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El evento dura cinco días y conmemora la cultura y herencia irlandesa. Hay talleres, exposiciones de artesanía y entretenimiento, desfiles, música en vivo, ambiente de carnaval, feria. Los mercados artesanales ofrecen todo tipo de productos desde tartas caseras, quesos o embutidos a productos de alfarería o de paja. Este festival se vive como una fiesta familiar, de hecho hay zona especial para niños con parque de atracciones y castillos hinchables.
Un verano en Irlanda: otras opciones
Una de las muchas opciones que nos ofrece el verano en Irlanda es aprender inglés (aunque siempre puedes prestar atención a los nativos irlandeses para retener algunas de sus palabras). Esto se consigue a través de la convivencia con familias que formen parte del programa de intercambio cultural o aprendizaje del idioma, así como en residencias de estudiantes que acogen a un gran número cada verano.
- Si es la primera vez que viajas al extranjero para aprender idiomas (o que tus hijos lo aprendan), es aconsejable hospedarse en una residencia, ya que la convivencia y el trato con el resto de compañeros favorecerá la integración del estudiante en el grupo de aprendizaje. De esta forma, sintiéndose parte de un círculo de iguales, asumen las diferencias con mayor disponibilidad en cuestiones de cultura (horario, comidas, costumbres). Además, siguiendo estos consejos, el estudiante sentirá un mejor apoyo emocional en cuestiones de adaptación.
- Si el estudiante maneja un nivel intermedio del idioma (inglés), le resultará más fácil convivir con familias de acogida, donde la experiencia cambiará porque, aunque ya no forme parte de un grupo de estudiantes, sí podrá desarrollar adecuadamente sus habilidades sociales y lingüísticas. Hay que tener en cuenta que en estas casas solo se habla el idioma, por lo que el estudiante será capaz de introducirse de lleno en el lenguaje. De esta forma, el aprendizaje será más directo y asumible, y aunque los primeros días sean difíciles, es cuestión de adaptar el oído y la mente.
Estas dos opciones tienen en común su estructura, pues es por la mañana cuando reciben sus clases de inglés (listening, reading, writting, speaking), y por las tardes, realizan diversas actividades deportivas, culturales y urbanas.
Estos talleres se realizan para que aquellos que opten por esta opción de veraneo en Irlanda mejoren su fluidez verbal por medio de juegos y actividades, además de practicar deportes y conocer la ciudad. De esta forma, el estudiante se empapa de forma lúdica de todo lo relacionado con la cultura irlandesa.
Actividades en los talleres de verano en Irlanda
- Entre las actividades deportivas para realizar en verano en Irlanda, podemos encontrar: fútbol, hockey, vela, waterpolo, atletismo, ping-pong, béisbol, cricket, bádminton, voleibol y equitación.
- Entre las actividades culturales para realizar en verano en Irlanda, destacan: teatro, club de lectura (en inglés) y manualidades relacionadas.
- Dentro de las actividades urbanas para realizar en verano en Irlanda, las más valoradas (sobre todo por los más jóvenes) son: salidas por la ciudad, como sesiones de compras por las tiendas mas típicas el lugar, visitas a museos, parques naturales y otros sitios de interés local, como algunos de sus castillos.
Vacaciones familiares en Irlanda
Si quieres viajar con tus hijos mientras ellos aprenden el idioma o realizan los talleres de actividades programadas, también puedes hacerlo. Es algo muy típico y puedes encontrar programas para un verano en familia en Irlanda. Mientras tus hijos asisten a clases cada mañana, y cada tarde se entretienen en sus talleres, vosotros podéis disfrutar de los diversos puntos de interés de los alrededores.
En cuestiones de hospedaje, tenéis una gran variedad de apartamentos repartidos por toda Irlanda específicos para familias extranjeras (fundamentalmente españolas) que acuden a este país por sus fantásticos paisajes y por sus populares talleres.
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